El tema nunca es colocar nombres, porque todo se mira desde lo personal y tiene, seguro, implicaciones políticas.
Cuando ocurrió «lo de pasaportes» y el presidente Luis Abinader «sacó» al principal y, reconociendo sus faltas pero no su integridad o utilidad, lo colocó en otras labores.
Sin embargo, el staff estaba «comprometido» y realmente, todos los dirigentes con cargos administrativos de primer nivel debieron dejarle el camino libre a la ya hoy ex-incumbente y haber colocado la renuncia que hoy, por ejemplo, la hace el responsable de emisión.
¿Por qué antes no renunció y ahora si? Es claro que debió haber renunciado antes o dejar que el nuevo responsable le «sacara» pues adoptar dos posiciones sobre un mismo movimiento es difícil de entender.
Lo único «entendible» es que se apresurara a una eventual destitución.
Hoy, para poder facilitar la reestructuración total que parece necesita la institución, los que quedan deben, por acción propia, renunciar, porque solo así reconocen que la institución necesita «sangre nueva» y mas ahora que el presidente se encamina a un segundo período.
Opinión de Fernando Buitrago @Fdo_Buitrago